El lujo en el Perú es inesperado, se manifiesta cuando el tímido gallito de las rocas deja que lo fotografíen o en el desconocido y excitante sabor de algún plato local. El lujo en el Perú es creativo, se presenta en hoteles que fueron palacios virreinales y en las enérgicas danzas de fiestas de todos los rincones del país. El lujo en el Perú también es aventura, aparece en un elegante campamento bajo la fría presencia del apu Salkantay o en un kayak entre la totora del Titicaca. Pero, sobre todo, el lujo en el Perú está en sus historias. Cada una de sus 24 regiones guarda apasionantes memorias de lo que fue su pasado reciente y remoto. Esos cautivantes relatos tienen como escenario impresionantes sitios precoloniales, señoriales ciudades y una salvaje naturaleza. Es un país que, aun cuando se conozca a profundidad, siempre tendrá historias por contar.
El presente catálogo describe servicios y experiencias de lujo en las regiones de Lima, Ica, Arequipa, Cusco, Puno, Loreto y Madre de Dios. Está dividido en cuatro secciones que agrupan a hoteles, trenes y cruceros con certificaciones internacionales; restaurantes gourmet mencionados en el ranking 50 Best Mundial y Latinoamericano; algunos de los lugares y las manifestaciones culturales peruanas consideradas por la Unesco como patrimonio cultural material e inmaterial, y una selección de viajes exclusivos para conocer las historias del Perú profundo.
Servicios de Lujo
Lima
Belmond Miraflores Park
El Belmond Miraflores Park mira al océano Pacífico en uno de los lugares más encantadores de Lima. Su elegancia y discreción lo han convertido en el hospedaje preferido de presidentes, príncipes y artistas de primer nivel. Su decoración es una mezcla de lo clásico con detalles locales para ofrecer una experiencia exclusiva en el corazón del turístico distrito de Miraflores. Las espaciosas y cómodas suites, la piscina con la mejor vista de la ciudad, los desayunos buffet en el restaurante The Observatory, el menú de cocina peruana contemporánea del restaurante Tragaluz y la sobriedad del Belo Bar conforman esta propuesta, en la que un equipo de profesionales ofrece un servicio de lujo.
Casa Andina Premium Miraflores
En el cosmopolita distrito de Miraflores, el moderno edificio de Casa Andina Premium Miraflores destaca a pocos pasos del parque Kennedy, del centro comercial Larcomar y de varios de los más reconocidos restaurantes de Lima. Casa Andina Premium Miraflores dispone, además, de un total de nueve amplias salas, ideales para realizar diversos eventos. Un toque singular de buen gusto distingue a este hotel: su exquisita colección de arte contemporáneo a la que hay que sumar valiosas antigüedades coloniales, que decoran tanto las habitaciones como las áreas comunes. Su servicio de catering dispone de variadas opciones gastronómicas, pero no podemos dejar de recomendar una visita al Alma Bar Restaurante. Sin abandonar el hotel, el huésped habrá gozado de una experiencia inolvidable.
Country Club Lima Hotel
Recorrer el Country Club Lima Hotel significa ser parte de la historia de una ciudad como Lima: cosmopolita, histórica, única. Desde 1927, ha sido el lugar de encuentro de la sociedad limeña, además de recibir a destacadas personalidades internacionales como actores, escritores, cantantes y la realeza europea. Alojarse en una de sus 83 suites es toda una experiencia: cada una es amplia, luminosa y cuenta con piezas de arte originales que la hacen única. El premiado restaurante Perroquet, es un espacio imperdible en el recorrido gastronómico de Lima con una de las terrazas más emblemáticas de la ciudad, mientras que el clásico Bar Inglés cuenta con uno de los mejores pisco sour de Lima, al que pocos se han resistido.
Hotel B
En las arboladas y bohemias calles del distrito de Barranco existen lugares inspiradores como el Hotel B, una enorme casona de verano construida en 1914 por el francés Claude Sahut y remodelada en el siglo XXI por un equipo de escultores y carpinteros que conservaron pisos, puertas, molduras y ventanas originales. El hotel es un palacete blanco de techos altos y amplios ventanales que ha sido decorado con una colección privada de 300 obras de arte. El bar del Hotel B es un animado punto de encuentro para conocer y disfrutrar de la vida nocturna barranquina. El restaurante ofrece un menú que mezcla ingredientes peruanos con sabores mediterráneos donde predomina la comida marina.
The Westin Lima Hotel & Convention Center
En el corazón del exclusivo centro financiero de San Isidro se eleva The Westin Lima Hotel & Convention Center, diseñado por el arquitecto Bernardo Fort-Brescia y cuyo concepto de interiores estuvo a cargo del afamado Tony Chi. El hotel cuenta con 301 habitaciones, salas para eventos y con el spa urbano más grande de Sudamérica. El restaurante Market 770 ofrece alimentos saludables que preparan el cuerpo para la jornada del día. El restaurante Maras, bajo la batuta del reconocido chef Rafael Piqueras, permite vivir una experiencia distinta de la gastronomía peruana que es un verdadero viaje de sabores por costa, sierra y selva. El hotel promete a sus huéspedes un descanso reparador, así como la mejor vista de Lima.
Cusco
Aranwa Cusco Boutique Hotel
Situado en la calle San Juan de Dios, a dos cuadras de la plaza de Armas de la ciudad imperial, Aranwa Cusco es un hotel boutique de 5 estrellas en donde conviven armónicamente historia, lujo y comodidad. Sus elegantes habitaciones ofrecen un sistema de oxígeno inteligente, y sus amplios baños funcionan con el concepto de spa, con sistema de Suelo Radiante Eléctrico (SRE), duchas escocesas y tinas de hidromasaje. Un atractivo adicional, el hotel boutique es también un hotel museo, construido sobre una antigua casona colonial, dividido estratégicamente en siete zonas, donde invita a sus huéspedes a realizar un viaje al siglo XVI, a escuchar y visualizar la historia de más de 300 piezas de arte, entre las que figuran valiosas pinturas de la Escuela Cusqueña.
Belmond Andean Explorer
El primer tren de lujo con pernocte en Sudamérica recorre durante 3 días 2 noches Cusco, Puno y Arequipa. Tras partir de Cusco el campo se apodera de las ventanas y se dejan atrás pueblos como Oropesa, tierra de panaderos, y las lagunas de Huacarpay y Urcos. Después de una parada en el complejo arqueológico de Racchi, el paisaje empieza a cambiar y las montañas se achican para dar paso a la planicie de la meseta del Collao. Se ingresa a Puno luego de un increíble atardecer al lado del lago Titicaca. Al día siguiente, se navega hacia las islas flotantes de los Uros y la isla de tejedores de Taquile. El tren amanece en la laguna Saracocha, en la mañana se visitan las pinturas rupestres de las cuevas de Sumbay y el almuerzo es en la agradable ciudad de Arequipa. También cuenta con rutas alternativas y más cortas de, por ejemplo, 2 días y 2 noches (Arequipa – Puno – Cusco) y 1 día y 1 noche (Cusco – Puno o Puno – Cusco).
Belmond Hiram Bingham
Los pasajeros que viajan a Machu Picchu en el Belmond Hiram Bingham son poseídos por el espíritu de los hombres que en el siglo XVI buscaron “El Dorado” por estas tierras, cuando los lujosos vagones —inspirados en el elegante servicio ferroviario de la década de 1920—ingresan a la exuberante selva. Las marrones aguas del río Urubamba compiten con el bamboleante tren que lleva una fiesta peruana en su coche observatorio. En el coche comedor se resuelven el almuerzo, a la ida, y la cena, al regreso. La bebida es ilimitada en el coche bar. El servicio incluye un guía profesional que acompaña a los pasajeros por todo Machu Picchu y, cuando las emociones han disminuido, se puede tomar té en el Belmond Sanctuary Lodge, el único hotel al lado del monumento.
Belmond Hotel Monasterio
Los primorosos jardines del Belmond Hotel Monasterio fueron, durante más de tres siglos, el patio de recreo de los estudiantes y religiosos que habitaban el colegio seminario San Antonio Abad. Aún se respira esa vida monacal en los largos pasillos que se esconden bajo los arcos de piedra que recorren esta joya cusqueña del siglo XVI. La capilla anexa al hotel es una magnífica muestra del barroco cusqueño donde se han casado innumerables parejas y también puede ser acondicionada como un íntimo salón de eventos. Tres noches por semana, las cenas del restaurante Tupay son acompañadas por las exquisitas voces de un tenor y una soprano de Cusco. La panadería DeliMonasterio fue una de las primeras en vender cronuts cubiertos con mermelada de aguaymanto en el Perú. Sus crocantes panes hacen que valga la pena regresar.
Belmond Palacio Nazarenas
Dos sirenas vigilan la pesada puerta de madera del Belmond Palacio Nazarenas, una casona que a principios de la Conquista fue la morada de Francisco de Carbajal, “el demonio de los Andes”, y se convirtió en un beaterio en el siglo XVIII. Sus elegantes habitaciones se agrupan alrededor de siete patios donde se lucen jardines con flora andina y canales de agua al lado de muros incaicos. La cálida piscina al aire libre a 3400 m.s.n.m. es una tentación que, al menos, se debe disfrutar una vez. Para los curiosos, la biblioteca guarda libros que pertenecieron al beaterio de las Nazarenas; para los sibaritas, el restaurante Senzo elabora sofisticados platos con un toque local.
Inca Rail First Class
Usted puede hacer de su viaje una experiencia para todos los sentidos. Inca Rail, a través de su propuesta First Class, le ofrece la máxima comodidad a bordo. Comenzando por un magnífico menú gourmet elaborado con ingredientes orgánicos y andinos acompañados por una impecable selección de vinos. Además, claro está, de un cóctel de bienvenida y una variedad de bebidas naturales frías y calientes. El nuevo First Class pone a su disposición un coche observatory-lounge de lujo en el que podrá disfrutar de música interpretada en vivo, un bar en el que nunca faltará su bebida favorita y un balcón especialmente diseñado para que, cómodamente instalado en él, pueda apreciar cada detalle del paisaje andino que va cambiando literalmente ante sus ojos. Una extraordinaria experiencia sensorial que jamás olvidará.
Inca Rail The Private
Imagine la placentera sensación de disponer de todo un coche solo para usted y sus acompañantes. Si a la belleza del paisaje le suma las comodidades del mejor servicio y la exclusividad de la compañía, la experiencia resulta simplemente inolvidable. Serán recibidos con champagne de bienvenida y el más exquisito menú de degustación maridado con los mejores vinos de la región; dispondrán, además, de bar libre con las más selectas bebidas en un coche, cuya presentación y decorados destacan la riqueza cultural de los Andes. Cómodamente instalado en una butaca, ante una amplia ventana que revela la majestuosidad del paisaje, disfrute de un trago en buena compañía, mientras escucha el inconfundible sonido de la música andina interpretada en directo para usted, a manera de banda sonora para este fascinante viaje, como soñar en compañía.
Inkaterra La Casona
En la histórica plaza Nazarenas, uno de los rincones más sosegados del Cusco, está Inkaterra La Casona, el primer hotel boutique de Cusco, armoniosamente restaurado por Inkaterra, con once suites alrededor del patio principal, equipadas de chimeneas, pisos radiantes de madera y grandes bañeras, que opera a puerta cerrada. El conquistador español Diego de Almagro en el siglo XVI y el libertador Simón Bolívar en el siglo XIX vivieron en esta casa de paredes de piedra y salones decorados con muebles coloniales y telares precolombinos. El chef de La Casona ha confeccionado un menú que hace uso creativo de los ingredientes locales y cuida los detalles; asimismo, la sala de terapias Yacu ofrece diversas formas de relajar el cuerpo tras un día de sorpresas en la antigua capital del Tahuantinsuyo.
Palacio del Inka, a Luxury Collection Hotel
El hotel es la mejor expresión de la fusión del legado arqueológico inca y el aporte de la colonia española. Es patrimonio cultural de la ciudad del Cusco, ya que fue parte del templo más importante de la época, el Qoricancha o Templo del Sol —sede del concilio de los dioses del Tahuantinsuyo y momias de los incas gobernantes—y una de las residencias más célebres del Perú virreinal, la Casona de los Cuatro Bustos. Sus 203 habitaciones y suites cuentan con tallados en madera y detalles pintados a mano por famosos artistas locales. El espléndido restaurante Inti Raymi y el Bar Rumi son los lugares idóneos para embarcarse en una aventura culinaria con especialidades andinas o para tomar un pisco sour, y su exclusivo spa ofrece el único circuito termal en Cusco.
Aranwa Sacred Valley Hotel & Wellness
Construido sobre las tierras de una antigua hacienda colonial del siglo XVII, el Aranwa Sacred Valley Hotel & Wellness cuenta con una ubicación privilegiada: a orillas del río Vilcanota, a solo hora y media de la ciudad de Cusco, y a cuarenta minutos de la estación de tren de Ollantaytambo, clásica ruta a Machu Picchu. Una atmósfera de misticismo lo impregna todo y los huéspedes de Aranwa Sacred Valley Hotel & Wellness lo perciben desde su llegada. Se trata de un lugar que garantiza una estancia privilegiada al convocar, por igual, la ancestral cultura inca y la majestuosidad colonial.
Belmond Hotel Rio Sagrado
Más de un huésped que llega al Belmond Hotel Rio Sagrado se sorprende con los florecientes jardines y pregunta fascinado de dónde salió este pueblito de ensueño donde todas las casas tienen vista hacia el bosque, las montañas y el imperturbable río Urubamba. Durante el día se puede hacer una parrilla y una cata de Pisco al aire libre, realizar excursiones a caballo, caminar a sitios arqueológicos o tener un día de rafting. Durante la noche, la cocina ofrece creaciones que incluyen vegetales orgánicos adquiridos de una asociación en Urubamba y papas nativas de la comunidad de Patacancha. El hotel cuenta con una estación de tren privada para sus huéspedes, el mismo que en temporada alta, va directamente a Machu Picchu.
Explora Valle Sagrado
La propuesta de “lujo esencial” de explora Valle Sagrado consiste en explorar este destino teniendo a la mano las cosas que son verdaderamente importantes y dejando la vida cotidiana atrás, para que nada perturbe la mágica experiencia. Desde el cálido hotel de madera con impactantes vistas a las montañas, parten caminatas que cruzan campos de cultivos, pueblos donde se detuvo el tiempo y lagunas azules, para llegar a las altas cumbres. Otras exploraciones, entre las 30 que se ofrecen, son visitas a sitios arqueológicos y santuarios naturales o paseos en bicicleta al lado del río Urubamba. La cocina prepara platos ligeros y sabrosos para los exploradores y, para el final de la jornada, pocos dejan de ir al spa, ubicado en la histórica Casa Pumacahua.
Inkaterra Hacienda Urubamba
El valle del río Vilcanota-Urubamba es considerado sagrado porque fue esencial para el desarrollo de los incas al permitirles conseguir un generoso excedente agrícola. En ese fértil valle de pintorescos pueblos, casi al pie de las montañas, se encuentra Inkaterra Hacienda Urubamba, una casa de campo contemporánea de madera decorada con muebles coloniales, máscaras y artesanías. El hotel de aproximadamente 40 hectáreas rodeado de imponentes montañas verdes cuenta con 12 habitaciones en la casa grande y 24 casitas independientes para que cada huésped pueda disfrutar a sus anchas del bucólico paisaje. El concepto ‘Earth to Table’ permite a los viajeros cosechar sus alimentos producidos en la chacra del hotel, aprender un poco más de las técnicas agrícolas andinas y disfrutar de comida orgánica acompañada de alguna de las 420 etiquetas que guarda la cava de la hacienda. La adición más reciente es Mayu Spa, inspirado en el cercano río Urubamba y la arquitectura tradicional andina. Cuenta con un diseño rústico, elegante y abarca el paisaje circundante, mientras fusiona el uso de ingredientes nativos con las tradiciones locales de bienestar.
Sol y Luna
La zona turística más transitada del Valle Sagrado de los incas empieza en Pisac y pasa por los pueblos de Coya, Lamay, Calca, Yucay y Urubamba, hasta llegar, 60 kilómetros después, a Ollantaytambo, puerta de entrada a Machu Picchu. El hotel Sol y Luna brinda una experiencia de exquisitos contrastes que mezcla salud, espiritualidad, naturaleza y cultura muy cerca de la ciudad de Urubamba. Sus habitaciones son lujosas casas con chimenea hechas de piedra, adobe y terracota, que aparecen tras seguir románticos senderos. En su aromático spa, renovadores tratamientos reconcilian a los cuerpos con la altitud y los preparan para nuevas aventuras en el Ande. Todas las tardes, tras el almuerzo que se acompaña con una fina selección de vinos, se presenta un espectáculo de caballos peruanos de paso. Las ganancias del hotel Sol y Luna financian a la asociación del mismo nombre, lo que permite educar y dar oportunidades a niños y niñas de escasos recursos de la zona.
Tambo del Inka, a Luxury Collection Resort & Spa
En el corazón del Valle Sagrado de los incas, con una ubicación más baja que la ciudad del Cusco, el hotel ofrece las condiciones perfectas para aclimatarse y ser el punto de partida idóneo en su recorrido a Machu Picchu. Cuenta con una estación privada de tren con destino a la ciudadela. Sus 128 habitaciones y suites ofrecen una incomparable vista a una naturaleza deslumbrante, una postal muy parecida a lo que veían los incas. El hotel cuenta con un huerto propio, que garantiza ingredientes orgánicos en todos sus platos de gran influencia novoandina. El spa es el lugar perfecto para relajarse y recuperar energías, gracias a sus facilidades como sauna, baño de vapor, hidroterapia y gimnasio, además de su piscina temperada mitad bajo techo y mitad exterior.
Belmond Sanctuary Lodge
Es casi imposible despertar tarde en el Belmond Sanctuary Lodge, sobre todo para los que la noche anterior eran plenamente conscientes de que Machu Picchu está al lado del hotel. Un buen desayuno garantiza energía para recorrer la maravilla del mundo moderno sin contratiempos. Los más enérgicos subirán al Huayna Picchu y desafiarán los abismos más alucinantes de los incas, otros caminarán hasta Inti Punku, el portal incaico por el que llegan los que culminan la ruta de cuatro días conocida como Camino Inca, para esperar el amanecer. No pocos, conmovidos por tanta belleza, usan los frondosos jardines del Belmond Sanctuary Lodge para casarse y tener como testigos a los apus (montañas sagradas) circundantes.
Inkaterra Machu Picchu Pueblo Hotel
En los amplios jardines tropicales de Inkaterra Machu Picchu Pueblo Hotel se puede observar al elusivo gallito de las rocas, ave nacional del Perú, entre otras 214 especies, y la colección de orquídeas nativas más grande del mundo, con 372 especies. Las 83 cómodas y silenciosas casitas de los huéspedes están diseminadas en esta pequeña muestra del frágil bosque de neblina a menos de un kilómetro del ajetreado Machu Picchu pueblo. Su restaurante, con vista al caudaloso río Urubamba, ofrece un menú de comida peruana con toques contemporáneos y una cava con más de 90 etiquetas de alta gama. El hospedaje también brinda una experiencia relajante y espiritual en el Unu spa, que usa productos naturales y combina tratamientos clásicos con un místico enfoque andino.
Sumaq Machu Picchu Hotel
A la salida de Machu Picchu pueblo hay un hotel de lujo que despide a todos los que suben a visitar el complejo arqueológico más famoso del Perú. El lobby del Sumaq está decorado con réplicas de cerámicas y telares prehispánicos y coloridos sillones tapizados que invitan al descanso. La mayoría de habitaciones tienen vista al exuberante valle y a majestuosos cerros; aquí solo se escucha el relajante murmullo del río Urubamba y, de vez en cuando, el lejano paso del tren. Los huéspedes están invitados a las demostraciones de cebiche y pisco sour en Qunuq Restaurant; también pueden realizar otras actividades como subir a Machu Picchu acompañados de un maestro espiritual o solicitar un tratamiento nativo en el spa del hotel.
Iquitos
Cruceros por el Amazonas
A la Reserva Nacional Pacaya Samiria le dicen la selva de los espejos porque cuando el diáfano cielo se refleja en las oscuras aguas del río, es difícil distinguir de qué lado está el reflejo y de qué lado está la realidad. En las aguas de esa jungla misteriosa navegan cruceros boutique que se internan en los recovecos de los bosques inundables para observar más de cerca la inacabable flora y la vida silvestre. El elegante Aria Amazon de Aqua Expeditions es un barco de 16 suites donde se podrá disfrutar de una experiencia culinaria creada por el reconocido chef Pedro Miguel Schiaffino; por otra parte, Delfin Amazon Cruises, el primer crucero en el mundo parte de la asociación Relais & Chateaux, ofrece tres embarcaciones: Delfin I con 4 exclusivas suites, Delfin II con 14 suites y el nuevo Delfin III con 22 suites.
Las travesías, en ambas embarcaciones, incluyen actividades como avistamiento de fauna, viajes en canoa o kayak, pesca, caminatas por la selva, visitas a comunidades, nado cerca de delfines rosados, pícnics en las playas, entre otras.
Arequipa
Belmond las Casitas
A cuatro horas de la ciudad de Arequipa existe un valle compuesto por terrazas multiformes que, de lejos, parecen una manta hecha de pequeños retazos verdes y amarillos. En ese remoto reino donde habitan los pueblos collaguas y cabanas se esconde un hotel de 20 discretas casitas y 14 hectáreas, que limita con los abismos del cañón del río Colca, uno de los destinos de aventura más requeridos del mundo y lugar de anidamiento de cóndores. El huésped de Belmond Las Casitas puede pasar el día recorriendo el biohuerto que abastece al restaurante, leer un libro de la biblioteca, visitar alguno de los pueblos cercanos o disfrutar de una tarde en el spa.
Madre de Dios
Inkaterra Hacienda Concepción
A orillas del río Madre de Dios se encuentra Inkaterra Hacienda Concepción, un ecolodge de 6 habitaciones ubicadas en la casa grande y 24 cabañas independientes que es el punto de partida para conocer los secretos más íntimos de la Reserva Nacional de Tambopata. Guías exploradores locales bilingües realizan excursiones que aseguran un contacto directo con la vida de la jungla, como un paseo en bote por la cocha privada, una visita al jardín botánico, una excursión al lago Sandoval, hogar de caimanes, tortugas y una numerosa familia de lobos de río, o al Inkaterra Canopy Walkway, entre otros. El servicio personalizado del hospedaje asegura una experiencia única en una de las selvas más biodiversas del planeta.
Puno
Titilaka
Titilaka es un hotel de tres niveles que se yergue, solitario, sobre una pequeña península entre dos playas de arena beige. El intenso sol del mediodía anima a ciertos huéspedes a sumergirse en las frías aguas del lago Titicaca, otros se dirigen al boat house y eligen entre kayaks, canoas canadienses, tablas de sup (stand up paddle) y veleros sunfish que pueden llegar fácilmente a las islas cercanas. En el restaurante, la chef María Fe García propone una cocina creativa donde predominan los productos locales y las cosechas de su biohuerto. Titilaka presenta otras interesantes actividades como la visita al complejo arqueológico de Sillustani, paseos en bicicleta, birdwatching y un interesante circuito de iglesias coloniales.
Cocina Gourmet
ámaZ
Cuando Pedro Miguel Schiaffino conoció el pródigo mercado de Belén, en Iquitos, quedó tan fascinado con la diversidad de productos amazónicos que se quedó cinco días investigando sobre los insumos, preguntando por los productores y conociendo los tipos de cocción. Los viajes de Schiaffino a la selva se han repetido tantas veces que él hoy se autodenomina investigador de la Amazonía y, para poder profundizar en esa despensa desconocida, creó ámaZ. El restaurante ofrece platos tradicionales como el juane de gallina hecho de arroz, inchicapi—sopa hecha de gallina regional, maní, maíz y yuca—, y la patarashca cocida en hojas de bijao a la parrilla con ají dulce, achiote y sachaculantro.
Astrid & Gastón
Cuando Astrid Gutsche y Gastón Acurio abrieron el restaurante Astrid & Gastón en 1994, ofrecían un menú francés que estaban seguros seduciría a Lima. Pasaron unos años antes de que Acurio se diera cuenta de que existía, bajo sus narices, una culinaria nacional inacabable, y se convirtiera en su principal promotor. La carta del restaurante presenta periodos y lugares de esa cocina de la que Gastón y Astrid se enamoraron, como una degustación de tres cebiches de los siglos XIX, XX y XXI, o un dim sum de cuy, esa fina carne andina. Es una propuesta que recorre la multiculturalidad de la capital del Perú. El restaurante se ubica en la fastuosa Casa Hacienda Moreyra, la más antigua del distrito de San Isidro y un emblema de Lima.
Central
El menú degustación Alturas del restaurante Central ofrece un viaje de sabores que se inicia en esa rica despensa que es el mar peruano; sube hasta las frías alturas donde se siembran papas nativas, oca y maca, y los lagos ofrecen el sabroso cushuro; y termina con secretos de la exuberante jungla como el aguaje, el copoazú y el pez dorado. El chef de Central, Virgilio Martínez, recorre el Perú recolectando productos únicos a través de Mater Iniciativa, un centro de investigación biológica que desarrolla los sofisticados platos de su restaurante y pretende revalorar lo peruano buscando en sus raíces más profundas.
Fiesta
La cocina chiclayana (Lambayeque) se sustenta en las riquísimas cosechas de ajíes cerezos, loches de Pacora y culantro de Íllimo; en delicados pescados como el mero murike y el pez guitarra, y en tiernos cabritos alimentados con el fruto del algarrobo. Los banquetes de la familia del chef chiclayano Héctor Solís eran fiestas familiares en las que se servían variadas exquisiteces y lo inspiraron para abrir su restaurante en Lima. Allí sirve, para alegría de los comensales, platos ya legendarios como cebiche caliente cocido en carbón natural, chirimpico de cabrito, tortilla de raya, espesado y el infaltable arroz con pato, pilar de la gastronomía peruana.
Isolina Taberna Peruana
La carta de Isolina demuestra que en la cocina criolla nada se desperdicia: tortilla de sesos, riñoncitos al vino, cau cau con sangrecita (hecha con sangre de pollo), hígado encebollado, guiso de mollejas y mondonguito a la italiana son algunos de los platos que han dejado admirado a más de un escéptico. Los manjares son acompañados de los clásicos de peso de la coctelería nacional: pisco sour, chilcano y capitán, preparados en base a Pisco, exquisito destilado de uva, que es nuestra bebida bandera. La casona de 1906, donde funciona la taberna, convoca a espíritus alegres que disfrutan de comida sin ambages muy cerca del romántico Puente de los Suspiros.
La Mar Cebichería Peruana
Los primeros habitantes de Lima llegaron hace 10 mil años y construyeron pequeñas aldeas frente al mar en Ancón, Santa Rosa, Ventanilla, Chucuito, La Punta y Chorrillos, para alimentarse de pescado y mariscos. Un cronista del siglo XVII decía que el pescado en el puerto del Callao era “abundante, barato y regalado”. A pesar de que hoy el pescado no es abundante ni barato, se pueden encontrar sus mejores exponentes en las vitrinas de La Mar, una cebichería contemporánea que presenta una carta que empieza con los clásicos cebiches, tiraditos y causas, prosigue con contundentes frituras como la jalea y sopas mágicas como la parihuela, y culmina con arroces de sabores marinos y pescados enteros cocidos a la leña, al vapor o guisados.
Maido
Los hijos de los inmigrantes japoneses que llegaron al Perú a principios del siglo XX enseñaron a los limeños a comer el cebiche con mariscos, cocinaron el pescado con técnicas que nadie conocía y crearon infinidad de platos como la chita a la sal y el tiradito. A ese esfuerzo culinario común entre lo peruano y lo japonés se le conoce como cocina nikkei. El chef Mitsuharu Tsumura presenta en su restaurante Maido una osada interpretación de lo nikkei: su menú degustación está conformado por pequeñas obras de arte —en las que se luce la depurada técnica japonesa— inspiradas en productos y sabores emblemáticos de Perú y Japón.
Malabar
Pedro Miguel Schiaffino es otro de los cocineros peruanos que se instruyó fuera del país (Estados Unidos e Italia) y, al regresar, cayó rendido frente a los sabores nacionales. Sus recorridos por mar, costa, sierra y selva cautivaron sus sentidos y lo comprometieron a cocinar respetando las temporadas y trabajando con comunidades, pescadores y artesanos locales. Su carta presenta platos únicos como el tamal de erizo, exóticos como el paiche ahumado con salsa de frutos rojos y muselina de pituca, y clásicos reinventados como el cabrito asado en jugo de algarrobo y calabazas rostizadas. El surtido bar de Malabar ha sido premiado numerosas veces y en las noches, su barra está entre las más animadas de Lima.
Osso
La parrilla peruana aún no ha escrito sus más gloriosas páginas, sin embargo, está haciendo un brillante esfuerzo en Osso, una alabada carnicería artesanalrestaurante dirigida por Renzo Garibaldi, quien se enamoró de la carne tras tomar unas clases con el maestro carnicero Ryan Farr; luego, viajó durante tres años por San Francisco (Fatted Calf), Gascogne (granja Baradieu) y Nueva York (Fleisher’s) aprendiendo de anatomía, cortes, ahumado, charcutería, parrillas, y lo que significa trabajar con el máximo respeto a los animales. De regreso al Perú, abrió una carnicería e hizo auspiciosos experimentos madurando carne nacional y asando cortes a la parrilla, que llamaron la atención de la crítica especializada y famosos comensales de América.
Rafael
El chef Rafael Osterling busca crear platos atemporales, es decir, que no pierdan su magia con el paso de los años y siempre sean evocadores de gratos recuerdos. En ese sentido, sus clientes asiduos son los más entusiastas cuando se presenta una nueva carta porque aman la cocina fresca y atrevida de Osterling; sin embargo, cada cierto tiempo, regresan por las tradicionales conchas a la parrilla con mantequilla de limón y ajo crocante, los tagliatelles verdes con hongos silvestres y el meloso arroz con pato norteño braseado en cerveza negra.
Comment (0)